Desde 2019, como medida preventiva para reducir los robos de vehículos, las aseguradoras en Chile están obligadas a proporcionar a sus clientes dispositivos GPS de manera gratuita. Esto con el fin de poder rastrear a distancia los vehículos motorizados en caso de robo.
La “Ley Antiportonazo” — como también se le conoce- establece otras medidas como modificaciones al Código Penal y aumento de las sanciones para los delincuentes, medidas para el control de compra y venta de autos robados, entre otras.
Sin embargo, recientemente el Congreso chileno denunció que el cumplimiento de dicha ley ha sido inconsistente. ¿Por qué podría estar pasando esto? Vamos a explorarlo.
A pesar de que las aseguradoras son los encargados de proporcionar los dispositivos gratuitamente, la responsabilidad de instalación y activación de los mismos es única y exclusiva de los propietarios. Si al dueño del automóvil se le olvida o decide no instalar el GPS, el rastreo será imposible. ¿Por qué si la ley antiportonazo es en beneficio de los propietarios, los mismos no colocan los dispositivos?
¿Cómo resolverlo? La comunicación y explicación del funcionamiento de parte de las aseguradoras es esencial para combatir la incertidumbre.
¿Cómo resolverlo? La transparencia de comunicar quién se encarga de este costo extra es clave. La solución tal vez sea crear planes de seguro que ya incluyan este costo y no signifique un trámite más para los propietarios.
¿Cómo resolverlo? Las aseguradoras deben educar a sus clientes en el funcionamiento de la tecnología y ser transparentes en el tratamiento de sus datos de navegación y así fomentar confianza en el uso de la tecnología.
La mayor controversia respecto a la decisión de obligar a estas empresas a proporcionar gratuitamente los dispositivos, es que no se tomó en cuenta que no solo se trata de comprar hardware e instalarlo en el vehículo.
Como el mismo gobierno indicó, estos dispositivos tienen que cumplir con ciertos estándares de calidad para que sea efectivo el antiportonazo. Y para que se cumplan, la tecnología debe contar también con un software que respalde las funcionalidades de protección contra robo.
Uno de los estándares es que el GPS cuente con un sistema de conexión inmediata con los Carabineros (la policía chilena) y con el Ministerio Público. Esto permite agilizar la localización y detención de los delincuentes.
También indican que, de contar con esta característica, el bloqueo deberá de ser seguro para los pasajeros que manejen el automóvil en ese momento.
Aunque aún no se cuenta con una lista oficial, se busca que el gobierno chileno proporcione una lista de los GPS aprobados. Además los autos que se comercialicen en el país a partir de ahora, deberán poder recibir/instalar este tipo de tecnología.
Antiportonazo pero no antiaseguradoras ni usuarios
Lo principal es que deben existir alianzas estratégicas entre aseguradoras, proveedores de los dispositivos GPS y proveedores del software de telemática y servicios de rastreo. De esta manera todos los involucrados resultarán beneficiados, pero principalmente los propietarios de los vehículos.
¿Cómo se puede hacer de esta situación una oportunidad de negocio?
Sin duda este cambio que experimenta la industria de los seguros y la seguridad pública en Chile gracias a la Ley antiportonazo, sirve de ejemplo para todos aquellos que estén dispuestos a ver el potencial de las tecnologías de rastreo.
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